Tenía ganas de sacar el lado más sensual de Anna. Y no me defraudó ni mucho menos,la explosión de expresión que provoca su rostro,es sobresaliente. Erótica y desmedida, me encantó trabajar con ella.
La verdad es que desprende sensualidad, ya no solo su rostro en si, si no todos sus gestos, sus posturas, su seguridad. Parece que nunca vaya a tambalearse en ninguna de sus decisiones. Es asombroso. Y claro, por supuesto, también trabajo del fotógrafo, porque una persona puede poseer todo eso y hacértelo más fácil, pero si no sabes captarlo, no vale para nada. Amparo
La verdad es que desprende sensualidad, ya no solo su rostro en si, si no todos sus gestos, sus posturas, su seguridad. Parece que nunca vaya a tambalearse en ninguna de sus decisiones. Es asombroso. Y claro, por supuesto, también trabajo del fotógrafo, porque una persona puede poseer todo eso y hacértelo más fácil, pero si no sabes captarlo, no vale para nada. Amparo
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